jueves, 2 de diciembre de 2010

Trastorno de la personalidad por evitación


Características

Su principal característica es un patrón general de inhibición social, sentimientos de inadecuación y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, con comienzo a principio de la edad adulta y que se da en diversos contextos.

Estos sujetos evitan trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante, ya que tienen miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo. Evitan hacer nuevos amigos, a no ser que estén seguros de que van a ser apreciados y aceptados sin críticas. Las personas con trastorno de personalidad por evitación no participan en actividades de grupo hasta que no se vean protegidos.

Suelen actuar con represión, tener dificultades para hablar de sí mismos y tener sentimientos de temor a ser avergonzados. Debido a su temor a ser rechazados, tienen el umbral para detectar las reacciones extremadamente bajo; tienden a sentirse ofendidos si alguien se muestra algo crítico con ellos.

Estos sujetos están inhibidos en las situaciones interpersonales nuevas, debido a su baja autoestima. Esta serie de dudas en sus aptitudes sociales se demuestran sobre todo en la relación con extraños; por ello suelen pensar de ellos mismos que son ineptos socialmente, poco interesantes o inferiores a los demás. Como norma general son reacios a involucrarse en nuevas actividades. 

Síntomas y trastornos asociados

Los sujetos con un trastorno de la personalidad por evitación suelen estar muy atentos y evaluar con detalle los movimientos y gestos de los que están en contacto con ellos. Sienten mucha ansiedad ante la posibilidad de recibir alguna crítica. Los demás, por regla general los toman como “tímidos”, “solitarios” o “aislados”.

Se suelen presentar numerosos problemas asociados a la actividad social y laboral. Estos sujetos suelen estar relativamente aislados y suelen carecer de una red de apoyo en las situaciones de crisis. Normalmente suelen fantasear idealizando las relaciones con los demás.

Hay otros trastornos que normalmente suelen ir asociados al trastorno de la personalidad por evitación, como son el trastorno del estado de ánimo y de ansiedad (especialmente la fobia social). El trastorno por evitación se diagnostica a menudo junto con el trastorno de la personalidad por dependencia, ya que los sujetos con trastorno de la personalidad por evitación suelen acabar muy ligados y dependiendo de las personas de quien son amigos.

Por otra parte, este trastorno también puede estar asociado al trastorno límite de la personalidad y a los trastornos de personalidad del grupo A. Ocurre que la visión de timidez y evitación está de diferente forma contemplada en los distintos grupos étnicos y culturales. Además, un comportamiento más retraído y evitativo, puede ser el resultado de problemas como consecuencia de la inmigración.

En los niños y adolescentes, este diagnóstico debe ser usado con mucha prudencia, debido a que posibles comportamientos evitadores se produzcan como consecuencia del propio proceso de desarrollo. Por último, hay que añadir, que el trastorno de la personalidad por evitación, parece ser igual de frecuente, tanto en hombres como en mujeres.


Diagnóstico diferencial

Existe una especie de solapamiento entre el trastorno de la personalidad por evitación y la fobia social de tipo generalizado, hasta el punto de ser conceptualizaciones alternativas para un mismo estado. En el trastorno de angustia con agorafobia, la evitación también es característica, sin embargo, en el trastorno que nos ocupa, la evitación tiene un inicio temprano, sin ningún precipitante claro y un curso más estable.

Como algo común a todos los trastornos de personalidad, todos suelen tener características comunes, que hacen que puedan confundirse; sin embargo, si un sujeto presenta criterios para más de un trastorno, debe diagnosticársele todos los que tenga.

En el trastorno esquizoide y esquizotípico de la personalidad existe también un aislamiento social, sin embargo, los sujetos con estos trastornos no sufren por ello, sino que más bien lo prefieren.

La característica que tienen en común el trastorno paranoide de la personalidad y el trastorno de la personalidad por evitación es la renuncia a confiar en los demás; pero en este último trastorno esto es debido al miedo al compromiso o al miedo a sentirse inferior a los demás.

Por último, este trastorno de la personalidad debe diferenciarse de los cambios en la personalidad producidos por una enfermedad médica. También hay que distinguirlos de los síntomas que se pueden presentar en asociación con el consumo crónico de sustancias.


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