viernes, 26 de noviembre de 2010

Transtorno paranoide de la personalidad

Características

La principal característica del este trastorno es un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de tal forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas. Suele comenzar al principio de la edad adulta y en diversos contextos.



Los sujetos que sufren este trastorno dan por supuesto que los demás van a aprovecharse de él, van a hacerle daño o engañarle, aunque no tengan ninguna prueba que apoye sus previsiones. Se preocupan por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de sus amigos, y buscan intenciones hostiles en contra de ellos. Cuando algún amigo se muestra cordial o amable con el sujeto que sufre el trastorno paranoide de la personalidad, el mismo sujeto se muestra tan sorprendido, que no deposita en dicho amigo ninguna confianza. Ninguno de estos sujetos intima con los demás, ya que temen que la información pueda ser utilizada en su contra. En los hechos más inocentes “descubren” intenciones o significados ocultos que son amenazantes para él; por ejemplo, un sujeto que sufra este trastorno puede malinterpretar la confusión del empleado de una tienda con un intento deliberado de dar mal el cambio a su persona.

Estos sujetos, normalmente, suelen guardar rencores y son incapaces de olvidar los insultos o desprecios que sufrieron, o que creyeron sufrir, una vez en el pasado. Cuando ellos piensan que han sido ofendidos, contraatacan con ira ante aquello que les ha ofendido. Los sujetos que poseen este trastorno suelen ser también patológicamente celosos sospechando de su pareja, aún sin tener causa justificada; por ello intentan mantener un control total sobre las personas con las que tienen una relación íntima para evitar así ser traicionados.

No se debe diagnosticar este trastorno a personas que lo sufran exclusivamente durante el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno de ánimo con síntomas psicóticos, o bien si es debido a los efectos fisiológicos directos de alguna enfermedad.

 

Síntomas y trastornos asociados

Los sujetos con este trastorno de la personalidad, suelen ser personas con las que generalmente es difícil llevarse bien o tener una buena relación personal, debido a la suspicacia y hostilidad que demuestran a menudo; y esta naturaleza del sujeto suspicaz puede provocar en los demás una respuesta hostil, confirmándose así las expectativas iniciales del sujeto.

Debido a que los sujetos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen la necesidad de ser autosuficientes y autónomos, además de necesitar tener un alto grado de control sobre los que le rodean. Son capaces, además, de culpar a los demás de sus propios errores.

Estos sujetos pueden mostrar fantasías de grandiosidad, escasamente disimuladas, por lo que tienden a desarrollar estereotipos negativos de los otros y en especial de aquellos grupos de población distintos del suyo.

Los sujetos que sufren este trastorno también pueden experimentar episodios psicóticos muy breves, sobre todo en respuesta a una situación de estrés. En determinados casos el trastorno paranoide de la personalidad aparece como un antecedente premórbido de un trastorno delirante o de una esquizofrenia. Es frecuente el abuso de alcohol y/o otras sustancias.

Los trastornos de personalidad que con más frecuencia se presentan conjuntamente con el trastorno paranoide de la personalidad parecen ser el esquizotípico, el esquizoide, el narcisista, el trastorno por evitación y el límite.

Hay que tener en cuenta la importancia de que algunos comportamientos en determinados contextos socioculturales o circunstanciales en la vida, pueden ser calificados erróneamente como paranoides.

Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de actitudes solitarias, ansiedad social, hipersensibilidad, rendimiento bajo escolar, pensamiento y lenguaje peculiares además de fantasías propias.

 

Diagnóstico

El trastorno paranoide de la personalidad debe diferenciarse del trastorno delirante, tipo persecutorio, la esquizofrenia, tipo paranoide y del trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, ya que todos estos trastornos presentan un periodo de síntomas psicóticos persistentes. Para diagnosticar el trastorno de la personalidad debe haberse manifestado antes de la iniciación de los síntomas psicóticos, además de persistir cuando los síntomas psicóticos remitan.

El trastorno paranoide de la personalidad ha de distinguirse del cambio de personalidad debido a enfermedad médica, ya que en la enfermedad médica los síntomas son consecuencia directa de una enfermedad del sistema nervioso. Al igual que debe haber diferenciación de los síntomas que son producidos por el consumo crónico de determinadas sustancias. Por último se ha de distinguir el trastorno paranoide de la personalidad de los rasgos paranoides asociados a la aparición de minusvalías físicas, sobre todo las derivadas de las deficiencias auditivas.

Es muy importante diferenciar el trastorno paranoide de la personalidad de otros trastornos de la personalidad, ya que pueden tener algunas características en común. 

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