domingo, 28 de noviembre de 2010

Trastorno antisocial de la personalidad

Es una afección psiquiátrica en la cual una persona manipula, explota o viola los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.



Causas, incidencia y factores de riesgo

Los trastornos de personalidad son patrones de relaciones y comportamientos prolongados (crónicos) que interfieren con la vida de una persona durante muchos años.
La causa de este trastorno se desconoce, pero se cree que factores genéticos y el maltrato infantil contribuyen a su desarrollo. Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan de lejos muchísimo más afectados que las mujeres y esta afección es común en la población carcelaria.
El hecho de prender fuegos y la crueldad con los animales durante la infancia están ligados al desarrollo de la personalidad antisocial.

Síntomas

Una persona con trastorno de personalidad antisocial:
  • Quebranta la ley constantemente
  • Miente, roba y a menudo se involucra en riñas
  • Descuida su propia seguridad y la de los demás
  • No muestra ninguna culpa

Signos y exámenes

Para hacer un diagnóstico del trastorno de personalidad antisocial, una persona tiene que haber mostrado comportamientos de trastorno de conducta durante la niñez.
Las personas con trastorno de personalidad antisocial pueden tener los siguientes signos:
  • Ira y arrogancia
  • Capaz de actuar gracioso y encantador
  • Bueno para adular y manipular las emociones de otros
  • Problemas legales y drogadicción

Tratamiento

El de personalidad antisocial se considera uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una corte.
Se desconoce la eficacia del tratamiento del trastorno de personalidad antisocial.

Expectativas (pronóstico)

Los síntomas tienden a alcanzar su punto máximo durante los últimos años de la adolescencia y comienzos de los 20 y pueden mejorar por sí solos cuando la persona llega a los 40 años.

Complicaciones

Entre las complicaciones se pueden mencionar encarcelamiento y drogadicción.

Transtorno esquizotípico de la personalidad

Es una afección psiquiátrica en la cual una persona tiene dificultad con las relaciones interpersonales y alteraciones en los patrones de pensamiento, apariencia y conducta.


Causas, incidencia y factores de riesgo

La causa se desconoce. Se cree que los genes están involucrados, debido a que hay una creciente incidencia de esta afección en familiares de esquizofrénicos.
Sin embargo, el trastorno esquizotípico de la personalidad no se debe confundir con la esquizofrenia. Las personas con este trastorno de la personalidad tienden a tener creencias y comportamientos raros, pero no están desconectados de la realidad y generalmente no tienen alucinaciones. Las alucinaciones, los delirios y la falta de conciencia de la realidad son las características distintivas de una esquizofrenia no tratada o tratada sin éxito.
Entre el 30 y el 50% de las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad también padece un trastorno depresivo mayor. Un segundo trastorno de la personalidad, como un trastorno de personalidad paranoica, también es común con esta afección.


Síntomas

Las personas que padecen el trastorno esquizotípico de la personalidad pueden estar perturbadas gravemente y su comportamiento extraño se puede parecer al de las personas con esquizofrenia. Por ejemplo, pueden tener preocupaciones o miedos inusuales, como el miedo de ser vigilados por agencias gubernamentales.
Sin embargo, es más común que las personas con este trastorno se comporten de una forma un poco extraña y que tengan creencias inusuales (extraterrestres, brujería, etc.). Estas personas se aficionan tan fuertemente a estas creencias que esto los aísla de las relaciones interpersonales normales.
Las alucinaciones verdaderas son inusuales. Sin embargo, las personas con el trastorno esquizotípico de la personalidad se perturban por su dificultad para formar y mantener relaciones interpersonales estrechas.


Signos y exámenes

Algunos de los signos más comunes del trastorno esquizotípico de la personalidad incluyen los siguientes:
  • Incomodidad en situaciones sociales
  • Creencias, fantasías o preocupaciones extrañas
  • Comportamiento o apariencia extrañas
  • Lenguaje raro
  • Ausencia de amigos cercanos
  • Manifestación inapropiada de los sentimientos


Tratamiento

Algunas personas pueden beneficiarse de los medicamentos antipsicóticos, pero en muchos casos se prefiere la psicoterapia.

Trastorno esquizoide de la personalidad

Características

El patrón general del trastorno esquizoide de la personalidad es el distanciamiento de las relaciones sociales y la restricción de la expresión emocional. Suele comenzar al principio de la edad adulta y se produce en diferentes contextos.

Los sujetos con este trastorno parecen ser indiferentes a la hora de establecer relaciones personales, al igual que parece no satisfacerles formar parte de una familia o de un grupo social. En resumidas cuentas, parece que prefieren emplear el tiempo en sí mismo, antes que en o con otras personas. Suelen estar casi siempre aislados y prefieren escoger actividades solitarias que no requieran a otras personas. Normalmente suelen mostrar un mínimo interés en las experiencias sexuales con otras personas y les gustan muy pocas actividades. Estos sujetos no tienen amigos íntimos o personales, excepto algún familiar cercano. Suelen parecer indiferentes a las posibles críticas o aprobaciones de los terceros, además de que no parece importarles lo que se piense de ellos. Normalmente no responden bien a las normas sociales y por ello pueden parecer socialmente ineptos y enfrascados en sí mismos. Su aspecto está falto de expresiones faciales de reciprocidad, como por ejemplo sonrisas. Raras veces experimentan emociones fuertes como por ejemplo ira, sin embargo cuando alguna vez se sienten cómodos hablando de sí mismos, llegan a reconocer que tienen sentimientos desagradables, en especial en las interacciones sociales.

Este trastorno no debe diagnosticarse si el comportamiento aparece exclusivamente durante el curso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos o un trastorno generalizado del desarrollo, o bien si es debido a los efectos fisiológicos de alguna enfermedad.

Síntomas y transtornos asociados

Los individuos con el trastorno esquizoide de la personalidad suelen tener dificultades par poder expresar la ira, lo que contribuye a la impresión de que estos sujetos no tienen emociones. Suelen reaccionar de forma pasiva a las circunstancias adversas de la vida. Debido a su falta de habilidades sociales, suelen tener pocas amistades. Su vida laboral suele estar deteriorada.

Pueden tener episodios psicóticos breves, sobre todo en respuesta al estrés. Este trastorno también puede aparecer como el antecedente del trastorno delirante o de la esquizofrenia.

Este trastorno se suele presentar asociado con otros trastornos de la personalidad, y más concretamente con el trastorno esquizotípico de la personalidad, el paranoide, y el trastorno por evitación. Puede ocurrir que individuos de varios entornos culturales muestren estilos de comportamientos que puedan confundirse, erróneamente, con el trastorno esquizoide de la personalidad.

Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de comportamientos solitarios, bajo rendimiento escolar…

Se diagnostica más frecuentemente que el trastorno de la personalidad inmediatamente anterior, y es más frecuente en hombres.

Diagnóstico 

La diferencia existente entre el trastorno esquizoide de la personalidad y un conjunto de trastornos entre los que se cuentan, el trastorno delirante, la esquizofrenia y el trastorno del ánimo con síntomas psicóticos, es que el trastorno de personalidad debe haberse manifestado antes de iniciarse los síntomas psicóticos, además de persistir el trastorno cuando dichos síntomas psicóticos remitan.


Este trastorno se puede confundir con otros trastornos de la personalidad por compartir características en común; sin embargo, si un individuo tiene características de personalidad que cumplen los criterios para más de un trastorno, deben diagnosticarse todos esos trastornos.

El aislamiento que tienen estos sujetos de la sociedad, puede diferenciarse del que experimentan los sujetos con trastorno de la personalidad por evitación, ya que estos se aíslan por el temor a encontrarse agobiado y por la anticipación excesiva de rechazo.

Los individuos más solitarios pueden mostrar rasgos de personalidad que pueden ser catalogados como “esquizoides”; pero sólo se diagnostica este trastorno cuando estos rasgos son inflexibles y desadaptativos, además de provocar un deterioro funcional y un malestar subjetivo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Transtorno paranoide de la personalidad

Características

La principal característica del este trastorno es un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de tal forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas. Suele comenzar al principio de la edad adulta y en diversos contextos.



Los sujetos que sufren este trastorno dan por supuesto que los demás van a aprovecharse de él, van a hacerle daño o engañarle, aunque no tengan ninguna prueba que apoye sus previsiones. Se preocupan por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de sus amigos, y buscan intenciones hostiles en contra de ellos. Cuando algún amigo se muestra cordial o amable con el sujeto que sufre el trastorno paranoide de la personalidad, el mismo sujeto se muestra tan sorprendido, que no deposita en dicho amigo ninguna confianza. Ninguno de estos sujetos intima con los demás, ya que temen que la información pueda ser utilizada en su contra. En los hechos más inocentes “descubren” intenciones o significados ocultos que son amenazantes para él; por ejemplo, un sujeto que sufra este trastorno puede malinterpretar la confusión del empleado de una tienda con un intento deliberado de dar mal el cambio a su persona.

Estos sujetos, normalmente, suelen guardar rencores y son incapaces de olvidar los insultos o desprecios que sufrieron, o que creyeron sufrir, una vez en el pasado. Cuando ellos piensan que han sido ofendidos, contraatacan con ira ante aquello que les ha ofendido. Los sujetos que poseen este trastorno suelen ser también patológicamente celosos sospechando de su pareja, aún sin tener causa justificada; por ello intentan mantener un control total sobre las personas con las que tienen una relación íntima para evitar así ser traicionados.

No se debe diagnosticar este trastorno a personas que lo sufran exclusivamente durante el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno de ánimo con síntomas psicóticos, o bien si es debido a los efectos fisiológicos directos de alguna enfermedad.

 

Síntomas y trastornos asociados

Los sujetos con este trastorno de la personalidad, suelen ser personas con las que generalmente es difícil llevarse bien o tener una buena relación personal, debido a la suspicacia y hostilidad que demuestran a menudo; y esta naturaleza del sujeto suspicaz puede provocar en los demás una respuesta hostil, confirmándose así las expectativas iniciales del sujeto.

Debido a que los sujetos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen la necesidad de ser autosuficientes y autónomos, además de necesitar tener un alto grado de control sobre los que le rodean. Son capaces, además, de culpar a los demás de sus propios errores.

Estos sujetos pueden mostrar fantasías de grandiosidad, escasamente disimuladas, por lo que tienden a desarrollar estereotipos negativos de los otros y en especial de aquellos grupos de población distintos del suyo.

Los sujetos que sufren este trastorno también pueden experimentar episodios psicóticos muy breves, sobre todo en respuesta a una situación de estrés. En determinados casos el trastorno paranoide de la personalidad aparece como un antecedente premórbido de un trastorno delirante o de una esquizofrenia. Es frecuente el abuso de alcohol y/o otras sustancias.

Los trastornos de personalidad que con más frecuencia se presentan conjuntamente con el trastorno paranoide de la personalidad parecen ser el esquizotípico, el esquizoide, el narcisista, el trastorno por evitación y el límite.

Hay que tener en cuenta la importancia de que algunos comportamientos en determinados contextos socioculturales o circunstanciales en la vida, pueden ser calificados erróneamente como paranoides.

Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de actitudes solitarias, ansiedad social, hipersensibilidad, rendimiento bajo escolar, pensamiento y lenguaje peculiares además de fantasías propias.

 

Diagnóstico

El trastorno paranoide de la personalidad debe diferenciarse del trastorno delirante, tipo persecutorio, la esquizofrenia, tipo paranoide y del trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, ya que todos estos trastornos presentan un periodo de síntomas psicóticos persistentes. Para diagnosticar el trastorno de la personalidad debe haberse manifestado antes de la iniciación de los síntomas psicóticos, además de persistir cuando los síntomas psicóticos remitan.

El trastorno paranoide de la personalidad ha de distinguirse del cambio de personalidad debido a enfermedad médica, ya que en la enfermedad médica los síntomas son consecuencia directa de una enfermedad del sistema nervioso. Al igual que debe haber diferenciación de los síntomas que son producidos por el consumo crónico de determinadas sustancias. Por último se ha de distinguir el trastorno paranoide de la personalidad de los rasgos paranoides asociados a la aparición de minusvalías físicas, sobre todo las derivadas de las deficiencias auditivas.

Es muy importante diferenciar el trastorno paranoide de la personalidad de otros trastornos de la personalidad, ya que pueden tener algunas características en común. 

Grupos de transtornos.

Para comenzar, debemos de diferenciar los diferentes tipos que podemos conocer, de manera general, para luego especificar.


Grupo A (trastornos raros o excéntricos)
  • Trastorno paranoide de la personalidad, personalidad paranoide.
  • Trastorno esquizoide de la personalidad, personalidad esquizoide.
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad, personalidad esquizotípica.
Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón penetrante de cognición (por ej. sospecha), expresión (por ej. lenguaje extraño) y relación con otros (por ej. aislamiento) anormales.

 

Grupo B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos)

  • Trastorno antisocial de la personalidad, personalidad antisocial.
  • Trastorno límite de la personalidad, personalidad límite o Borderline.
  • Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad histriónica.
  • Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad narcisista.
Estos trastornos se caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas sociales (por ej. comportamiento criminal), comportamiento impulsivo, emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia acting-out (exteriorización de sus rasgos), llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y arranques de rabia.

 

Grupo C (trastornos ansiosos o temerosos)

  • Trastorno de la personalidad por evitación, personalidad fóbica.
  • Trastorno de la personalidad por dependencia, personalidad dependiente.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, trastorno anancástico de la personalidad o personalidad obsesiva-compulsiva.
Este grupo se caracteriza por un patrón penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de control.

viernes, 12 de noviembre de 2010

¿Qué es una enfermedad mental?

La enfermedad mental es una alteración de los procesos informativos y afectivos del desarrollo, considerado como anormal con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Se encuentra alterado el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida.









¿Cuáles son sus causas?

Podemos decir que, debido a su naturaleza única y diferenciada, están determinadas, por elementos de origen biológico (genético, neurológico,...), ambiental (relacional, familiar, psicosocial,...) y psicológico (cognitivo, emocional,...), teniendo todos estos factores un peso no sólo en la presentación de la enfermedad, sino también en su fenomenología, en su desarrollo evolutivo, tratamiento, pronóstico y posibilidades de rehabilitación.



En general...

Aun cuando clásicamente se han dividido las enfermedades mentales en Trastornos Orgánicos y Trastornos Funcionales, las alteraciones biológicas alteran la psique, al igual que alteraciones psicológicas alteran o modifican la biología, por lo tanto están comúnmente enlazadas entre sí.